Cada emoción que sentimos, cada reacción, cada miedo o deseo... tiene una raíz. Viene de una historia. De lo que vivimos. De lo que aprendimos sin darnos cuenta. De lo que no se dijo. De lo que dolió. De lo que aún late en lo profundo.
Esta sección es un espacio para leer testimonios reales de quienes eligieron sanar, acompañados por las terapias de luz.
Un recordatorio de que no estamos solos. De que es posible vivir distinto.
Y de que el primer paso para transformar el presente es abrazar el pasado.
Llegué a la terapia en un momento muy oscuro de mi vida. Me sentía profundamente triste, deprimida, con una sensación de desesperanza que no me dejaba ver salida. Sin embargo, en medio de todo ese dolor, algo dentro mío seguía buscando ayuda, una respuesta, una oportunidad de cambiar. Esa parte me empujó a buscar algo, lo que fuera que me pudiera ayudar.
Mi mamá había notado mi mal estar, mí tristeza y me contacto con Rosa.
Así fue como conocí la "terapia de luz". No sabía bien de qué se trataba, pero sentí que debía probar. Rosa, mi terapeuta, fue mi faro, mi guía. Desde la primera sesión, Rosa me hizo sentir contenida, segura, me dio mucha confianza para abrirme. Tiene una forma especial de hablar, muy dulce y cálida, de mirar, de guiar. Sus palabras eran justas, necesarias, como si supiera exactamente lo que mi alma necesitaba escuchar para aliviar el peso que llevaba encima.
Durante el proceso, empecé a experimentar cambios, reales. Me vi obligada a mirar hacia adentro, con honestidad y también con compasión, no fue fácil. Pero con el tiempo me empecé a sentir más liviana, más en paz. Ella me daba tareas concretas que me ayudaban a reconectarme conmigo misma. Aprendí a valorarme, a respetarme, a entender que no podía seguir esperando afuera el amor y la validación que tenía que aprender a darme yo.
Entendí algo esencial: durante mucho tiempo había buscado afuera lo que solo podía darme yo. Quería que otros me valoraran, me respetaran, me amaran… sin saber que el primer paso era dármelo yo misma. Aprendí a mirarme con otros ojos. A abrazar mis heridas sin juzgarme....
Desde el primer momento que inicié este proceso lo hice confiando y creyendo en este tipo de terapias entendiendo que cada una tiene algo valioso que aportar y te puede servir para un momento en particular de tu vida. Desde mi experiencia, tanto las terapias "convencionales" como las que no, me sirvieron para momentos o situaciones que iban con dicha terapia ya que cada una te nutre y tiene algo valioso que aportar. Sobre el proceso en particular a mi fue de transformacion porque me permitio abrirme a enamorarme, estar en pareja y que existía la posibilidad de que me lastimaran, que formaba parte de abrirme a amar. Tambien, adquirir herramientas que puedo reconocer donde y cuando usarlas. Es decir, hay un aprendizaje en este aspecto muy valioso. En este sentido rescato como se comparte el conocimiento y las herramientas. Por ultimo, el acompañamiento del proceso es muy amoroso y humano.
Mi experiencia con la terapia fue excelente, llegué con un profundo dolor por sufrir rechazo toda mi vida y sentir que no pertenecía a mi familia o no querida.
La terapia me ayudó a comprender que mis padres hicieron lo que sabían, recibieron y pudieron y pude sanar. Además, logré poner los limites necesarios y pude expresar mucho más lo que me pasaba, a no guardarlo para poder sanarlo.
Logré tener vínculos más sanos y trato de fortalecerlos día a día, no permitiendo cosas que me lastimen y me hagan sentir menos.
Quiero recomendar con el corazón en la mano a Rosa, mi psicóloga. Aunque hace menos de un año que comencé terapia con ella, logró ayudarme a sanar heridas que durante cinco años no me dejaban ni siquiera respirar. Con Rosa me sentí, por primera vez, verdaderamente escuchada y acompañada. Su calidez, su presencia y su manera de estar me dieron el espacio seguro*que tanto necesitaba. No tengo más que palabras de gratitud por todo lo que hizo por mí.❤️
Quiero compartirte desde el corazón lo que ha significado para mí este proceso tan profundo que hemos transitado juntas. Siento que algo muy esencial en mí fue tocado, removido y transformado a través del trabajo con el árbol genealógico, las regresiones y las limpiezas energéticas.
Explorar mi árbol fue como encender una antorcha en lo ancestral. Pude ver con más claridad las raíces invisibles que me sostenían, pero también las que me ataban. Sanar desde ahí fue empezar a liberar el alma de historias que no eran mías, honrarlas sin cargarlas, y comenzar a elegir desde un lugar más auténtico. Sentí que muchas memorias empezaron a descansar.
Las limpiezas energéticas fueron como un soplo de luz en lugares donde había sombra. Sentí cómo se despejaban nudos, cómo se alineaba algo en mí. Mi campo empezó a sentirse más liviano, más presente, más disponible para la vida.
En conjunto, estas terapias no solo movilizaron emociones: tocaron mi espíritu. He sentido ternura, llanto, alivio… una alquimia interna que aún resuena.
Me ayudaron a recordar quién soy más allá del dolor, a escuchar la sabiduría de mi alma y a caminar con más fe en mi propósito. Siento que algo sagrado se despertó.
Gracias por ser canal, por tu entrega, por la luz que expandís con tanto amor y profundidad. Este camino me está enseñando a volver a mí.
Llegué a la terapia por recomendación de una amiga que había logrado un cambio rotundo en su vida.
Tenía heridas en el alma,las terapias convencionales no lograron darme respuestas a tanto dolor y mis interrogantes .
Rosa me ofreció una terapia combinando herramientas.
Empiezo con mi árbol genealógico, ahí puede entender el origen de mi desvalorización y desamor.
Fue muy duro ver mi historia completa y no fragmentada,pero el amor y paciencia de Rosa me dio fuerzas para seguir hasta sanar .
Creo que hoy puedo entender que soy producto dd mis programas.
Estoy terminando el secundario a mi edad adulta.
Estoy viviendo una relación de pareja consciente,se que es el final del vínculo y estoy trabajando para darme otra oportunidad.
La terapia es de luz y amor.
Cada herramienta ,como dice ella,hicieron de mi el ser que soy hoy.
Sigo con las sesiones porque esto es un proceso de sanacion.
Agradezco a la vida haber llegado a conocer esta terapia.
Llegué a esta terapia por recomendación de mi terapeuta.
Estaba buscando soltar una carrera que no me gustaba ,es enfermería,sentía tanta presión y culpa a pesar de que soy una adulta con familia conformada.
Cada vez que intentaba dejarla me paralizaba,no entendía la razón y me llenaba de angustia.
Comenzamos a realizar mi árbol genealógico.
Ahí se abrió una puerta gigante en mi vida porque empecé a entender mis patrones repetitivo,de donde venia mis angustias ,salieron los secretos familiares.
Fueron muchas técnicas las que utilizo Rosa,pendulo,meditación,acto simbólico,regresión a la vida uterina.
Hoy solté la facultad y estoy con mi emprendimiento personal.
La terapia me cambió la forma de ver lo que ocurre en mi vida.
Emprender este camino, este proceso de sanación acompañado por Rosa, fue de los mejores sucesos que me pasaron en esta vida, un constante aprendizaje, atravesar dolores, verdades duras, llantos hicieron que me convierta en una persona más fuerte, más sensible, más amoroso y por sobre todo más consciente, guiado por una terapeuta excelente con mucha sabiduría que me acompaño siempre desde una humildad y amorosidad que siempre voy agradecer
Deposito en ella absolutamente toda mi confianza, la recomiendo sin dudarlo
Gracias gracias gracias
Para mí la terapia es la ayuda de un tercero que logra destrabar todos tus miedos, problemas y también que potencia todo lo bueno que hay en uno.
Uno pasa por muchas emociones,dudas, inquietudes y demás al momento de empezar el proceso de dejarse ayudar y es un camino hermoso de transitar.
En mi caso si bien hemos resueltos muchos inconvenientes y problemas pasajeros, me ha ayudado a aumentar mi potencial en infinitos aspectos de la vida ♥️